Dios de vida, me acerco a Ti para orar por todos aquellos que no solo tienen un cuerpo enfermo, sino una mente, emociones y esperanza cansada; pongo en Tu manos su enfermedad, su temor y sus preguntas, declarando que ningún diagnóstico tiene la última palabra porque solo Tu nombre es sanidad, y aunque el proceso sea largo sé que en cada paso eres nuestra medicina eterna; hoy reclamo Tu promesa sobre sus huesos y sus células, porque aunque la ciencia haga lo posible, Tú haces lo imposible y derramas sobre ellos un río restaurador que nos recuerda que esa enfermedad no es su identidad, pues en Cristo somos sanos; te pido no solo sanidad, sino aprendizaje en este proceso, que su fe crezca y que aprenda a confiar más allá de lo que controlo, recibiendo Tu paz como parte de su tratamiento, porque Tú eres el Médico de médicos; entra en su cuerpo como luz que disuelve la oscuridad, alinea lo que está desordenado, calma lo inflamado, une lo roto y decreto vida en cada órgano y pensamiento, pues su salud no depende del azar sino de Tu soberanía; y así como tocaste al leproso y levantaste al paralítico, toca y levánta hoy al enfermo que me escucha, para que no sea el temor quien gobierne su fe, sino la certeza de que vivirá, sanará y testificará lo que Tú hiciste en quien me escuchando. Te pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Published on 1 week, 2 days ago
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