No hay dolor como el dolor de Jesús en su Pasión y muerte. Nosotros somos los culpables por nuestros pecados. Nos queda pedir perdón y unirnos a Jesús para ser corredentores y poder salvar, con nuestra vida de correspondencia, al mayor número de almas. Es necesario vivir con Cristo, tener sus mismos sentimientos y una actitud redentora. Si vamos hacia el Cielo iremos acompañados de muchas personas. Allí nos encontraremos con el Señor, la Virgen María, los santos, algunos familiares y amigos. Será la felicidad para toda la eternidad.
Published on 2 months, 2 weeks ago
If you like Podbriefly.com, please consider donating to support the ongoing development.
Donate